La fiesta de Fran y Ainhoa estuvo llenita de sorpresas, la primera y la que hizo abrir la boca de los asistentes más de lo habitual fué su radical cambio de look.

Fuimos testigos de sus incontables muestras de amor,  la emoción hizo que viéramos más de una lágrima, algunas risas nerviosas, temblor de labios y palabras que les cuesta salir, pero que finalmente lo hacen, es necesario, es natural y muy sano.

Se les reconocía en cada detallito, originales, huyendo de lo tradicional, convirtiéndose en una fiesta única que los que estuvimos, no olvidaremos.

Muchas felicidades pareja. Brindemos y brinquemos.

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